El Ministerio Nueva Condición:
Surge como refugio para jóvenes y adultos que desean sanidad interior mediante el modelo de espiritualidad; con la intención de superar heridas de abuso sexual, adicción a la pornografía, violencia emocional, adicción al sexo, relaciones tóxicas; y algunas conductas sexuales de alto riesgo, entre otras. Brindamos esperanza y apoyo a través de: El diario de sanidad Interior y Liberación, la lectura de la Biblia, la oración y el amor a Dios en Cristo Jesús.
Misión:
Predicar el evangelio, derrumbando las barreras de quebrantamiento sexual y relacional que impiden a las personas vivir la vida abundante en Cristo Jesús.
Visión:
Ampliar la visión de la Iglesia hacia las personas con conflictos sexuales. Una iglesia sana, libre de adicciones emocionales, químicas y sexuales. Un liderato sano, competente a dirigir el desarrollo de la espiritualidad de la persona cristiana hacia una liberación holística: espíritu, alma y cuerpo.
Credo:
Texto clave: II Corintios 5:17
“Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”
- Creemos en un solo Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo: tres personas en uno.
- Creemos que la Biblia es revelada, inspirada e iluminada por Dios constituyendo así nuestra norma de fe, acción y vida.
- Creemos que Dios ama a todas las personas y confronta todo pecado.
- Creemos que Jesús vino en carne, murió y resucito al tercer día. Que la sangre de Jesucristo, el hijo de Dios, es nuestro elemento redentor.
- Creemos que un pacto con Jesucristo como Señor y salvador de nuestra vida, para perdón de pecados; anula todo pacto hecho en el pasado.
- Creemos en el matrimonio monógamo exclusivo entre un hombre y una mujer.
“Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.” Génesis 2:24
“Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer,
y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno.” Marcos 10:7-8